Bienestar: Vivir bien, no, vivir mejor
Feb 2018 · MªJosé España
¿Alguna vez has pensado en cómo te sientes? ¿Si un día estás mejor que otro? Muchas veces cuando tenemos clientes con un estado de ánimo bajo, una de nuestras recomendaciones es la práctica de actividades que fomenten la positividad en su vida. Esto es, deporte, alimentación adecuada, tener una red de apoyo social activa, etc.
Para nosotros bienestar significa sentirse bien en todos los aspectos de la vida, tener satisfacción con la vida, saber valorar todos aquellos aspectos positivos y aceptar los negativos, teniendo en cuenta incluso que estos últimos, en ocasiones, pueden cambiarse.
Si preguntamos a las personas, en general, nos hablarán de autoestima, de estar a gusto, no tener enfermedades, etc. Todos estos aspectos son los que forjan un estilo de vida saludable. Como personas activas que somos, estamos continuamente comportándonos de unas determinadas formas y son esas conductas las que hacen que nuestro estilo de vida sea mejor para fomentar nuestra salud.
Sin embargo, son muchas las conductas que nos pueden llevar a un estilo de vida poco saludable. Consumo de alcohol o drogas, sedentarismo, ausencia de relaciones sociales y relaciones sexuales de riesgo… Pero vamos a quedarnos con todas aquellas cosas que pueden mejorar nuestra calidad de vida y que poco a poco vamos a ir incorporando a nuestra rutina.
Trabajando el bienestar con un cliente, en una sesión nos confesó lo siguiente: “Me considero una persona sana ya que mi alimentación es bastante adecuada y también practico deporte con bastante regularidad, pero he de admitir que soy un fumador empedernido”. Nuestro cliente es consciente que durante la semana tiene actividades que fomentan su salud, la actividad física y la buena alimentación, y al mismo tiempo, sabe que el consumo de tabaco no es compatible con una vida sana al completo. Obviamente, las actividades que son más tóxicas para nuestro estilo de vida y que se han convertido en hábitos se pueden cambiar, trabajando el autocontrol y aumentando las actividades incompatibles con el consumo, aunque ello no supone que sea un camino fácil.
Dos de las conductas que realiza nuestro paciente, dieta equilibrada y práctica de deporte o ejercicio físico, son muy importantes e influyen de gran modo en nuestra salud. Tengamos la edad que tengamos, ambas actividades las podemos regular a nuestro nivel de vida. Salgamos un par de días a la semana a andar, cuidemos las comidas y evitemos el sedentarismo. Sabemos que la vida diaria que llevamos, nos dificulta continuar las buenas rutinas, pero una vez éstas sean incorporadas a nuestro esquema vital nos será mucho más sencillo.
Otro factor importante son las relaciones sociales. Los humanos somos seres que necesitamos de los otros para crecer y sobrevivir y para ello utilizamos redes de apoyo social, nuestros amigos, familia, etc. Pero con tener una buena res social no nos referimos a cuantos amigos tengo, sino, a la calidad de la relación con las personas que la forman. Además, has de ser consciente de que tú eres un punto clave en tu red social y para mantenerla has de ser una persona activa. Piensa que un jardín no se cultiva solo.
Así que ya sabes, si quieres sentirte mejor y mejorar tu calidad de vida muévete y relaciónate, y no dejes de aprovechar los momentos para disfrutar. Ello te llevará al camino del bienestar.